En cualquier relación amorosa, las personas deben mantener un pensamiento racional y una mente clara durante toda la experiencia de las citas. Esto significa que deben abordar el tema de la sexualidad con la mayor precaución y claridad.
Las mejores relaciones involucran a dos personas que han trabajado duro para permitir que los aspectos emocionales, intelectuales, espirituales y físicos de su unión se desarrollen al mismo ritmo. La relación de una pareja se vuelve confusa y desordenada cuando permiten que un aspecto (la mayoría de las veces, el físico) se adelante mucho a los otros aspectos. Por lo tanto, es importante pensar en algunos principios de la pasión física antes de encontrarse en una relación seria.
Si una pareja se ama genuinamente, querrán abrazarse, besarse y expresarse sexualmente. Estos deseos son una parte fundamental de la estructura biológica y psicológica de todas las personas. De hecho, si no siente el fuerte deseo físico de su pareja de estar cerca de usted, es posible que falte un elemento crucial. La falta de afecto o el deseo de intimidad física debería levantar una bandera roja en tu mente.
Hay una progresión en la forma en que se expresa la sexualidad.
Piense en ello como una reacción en cadena: el comportamiento sexual se mueve desde el tipo de expresión más simple (por ejemplo, tocar el hombro de su pareja) hasta el tipo de expresión más completa. Entonces, la pregunta crítica es, ¿qué tan lejos de la cadena puede llegar y aún mantener el control total de su expresión sexual?
Cada nivel de experiencia sexual es tan gratificante de inmediato que es casi imposible estar satisfecho con los niveles anteriores. Es por eso que ambas personas deben decidir cuidadosamente cada nuevo paso de la expresión sexual. Esto puede parecer demasiado rígido para muchos porque va en contra del pensamiento popular en nuestra sociedad. Pero si la expresión sexual tiene total libertad, y si la espontaneidad se trata como una virtud primaria, esta expresión desarrollará «una mente propia», sin ninguna preocupación por las consecuencias a largo plazo.
Es necesario acordar límites bien definidos y debe haber autodisciplina para mantenerse dentro de esos límites. De lo contrario, la expresión sexual puede tomar el control de la relación y cegar a la pareja a la realidad. Cuando la expresión sexual no se mantiene bajo control, los aspectos emocionales, cognitivos y espirituales de la relación se vuelven esclavos de los deseos físicos. Digámoslo de nuevo: la atracción física es fundamental, pero debe desarrollarse de manera coordinada con los demás aspectos de la relación.